
Cuando los dientes problemáticos le causen dolor e incomodidad, recuerde que tiene opciones. El objetivo siempre es preservar los dientes naturales, pero a veces las extracciones son la mejor manera de salvar la sonrisa.

Cuando los dientes problemáticos le causen dolor e incomodidad, recuerde que tiene opciones. El objetivo siempre es preservar los dientes naturales, pero a veces las extracciones son la mejor manera de salvar la sonrisa.
Su odontólogo siempre intentará salva tu diente primero antes de considerar una extracción.
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Para que su procedimiento de cirugía oral se ajuste a su presupuesto, nuestro amable equipo está aquí para explicarle sus opciones y encontrar un plan que funcione para usted.
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Desde muelas del juicio doloridas hasta dientes gravemente cariados o rotos, las extracciones pueden hacer que el dolor desaparezca rápidamente.
Las extracciones extraen los dientes problemáticos y abren el camino para la prostodoncia, como los implantes dentales o las dentaduras postizas.
Extraer los dientes problemáticos o dolorosos puede mejorar su salud bucal y general.
Ya sea que necesite extraer un diente o varios dientes en preparación para servicios adicionales, su plan de tratamiento se crea específicamente para usted y sus necesidades. Su Dentista en Rock Hill analizaremos todas las opciones y le daremos la aprobación final para que podamos recuperar su sonrisa de la manera que le resulte más cómoda.
Después de limpiar y desinfectar la zona, el médico adormecerá la zona con anestesia local. Según tu caso, es posible que solo necesites anestesia local para la extracción. El objetivo es que estés lo más cómodo posible durante el tratamiento, por lo que el médico puede optar por recetarte un medicamento ansiolítico antes del procedimiento.
La extracción en sí misma suele tardar solo unos minutos. Una vez que se ha extraído el diente, un dentista cerca de ti limpiará el área y suturará el sitio de extracción si es necesario. La recuperación suele ser mínima. El médico te proporcionará un conjunto completo de instrucciones para ayudar a que la boca se cure lo antes posible.
El tiempo de recuperación de una extracción dental varía según varios factores, incluida la complejidad de la extracción, la ubicación del diente y su estado de salud en general. En general, la mayoría de los pacientes comienzan a sentirse mejor en unos pocos días, con una mejoría significativa en una semana. La fase de cicatrización inicial, en la que el tejido de las encías se cierra sobre el sitio de extracción, suele tardar de una a dos semanas.
Sin embargo, la curación completa del hueso subyacente puede tardar varios meses. Durante el período de recuperación inicial, es importante seguir atentamente las instrucciones de cuidado posterior del dentista para evitar complicaciones como la alveolitis seca, que puede producirse si se disloca el coágulo de sangre. El dolor y la hinchazón son normales durante los primeros días y, por lo general, se pueden controlar con analgésicos y compresas frías de venta libre.
La experiencia de cada paciente es única, por lo que es crucial controlar sus síntomas y ponerse en contacto con su dentista si nota algún signo de infección o si el dolor persiste más allá de unos pocos días. Si sigues las indicaciones de tu dentista y cuidas tu salud bucal, puedes garantizar una recuperación rápida y sin problemas.
Mantener la higiene bucal es vital, incluso después de la extracción de un diente, pero requiere algunos ajustes para garantizar que no se interrumpa el proceso de curación. El día de la extracción, es mejor evitar cepillarse los dientes adyacentes al lugar de la extracción para evitar cualquier alteración del coágulo. Sin embargo, puedes cepillarte el resto de los dientes con suavidad y enjuagarte la boca con una solución suave de agua salada para ayudar a mantener limpia la zona.
A partir del día siguiente de la extracción, puede volver a cepillarse todos los dientes, pero tenga cuidado en el lugar de la extracción. Usa un cepillo de dientes de cerdas suaves y frota suavemente. Evite enjuagarse o escupir vigorosamente, ya que estas acciones pueden desalojar el coágulo y provocar complicaciones. A medida que avance la cicatrización, podrás volver gradualmente a tu rutina habitual de higiene bucal, pero siempre debes proceder con precaución y consultar a tu dentista si tienes dudas sobre el proceso de cicatrización.
El uso de gasa después de la extracción de un diente ayuda a controlar el sangrado y estimula la formación de coágulos, que es esencial para la curación. Por lo general, se te recomendará morder suavemente un trozo de gasa durante unos 30 a 45 minutos inmediatamente después del procedimiento. Si el sangrado persiste, reemplaza la gasa por una nueva y continúa ejerciendo una presión suave.
La mayoría de los pacientes pueden dejar de usar la gasa unas horas después de la extracción, ya que el sangrado debería desaparecer. Sin embargo, si notas que el sangrado sigue siendo importante después de unas horas, es aconsejable que te pongas en contacto con tu dentista para obtener más orientación. Recuerda que es normal que supures un poco, pero la hemorragia activa debe tratarse con prontitud. Una vez que la hemorragia haya cesado, puede dejar de usar la gasa. Siga siempre las instrucciones específicas que le proporcione su dentista, ya que los casos individuales pueden variar según la complejidad de la extracción.
Después de una extracción dental, una de las preocupaciones más comunes es cuándo y qué puede comer. Es comprensible: la boca necesita tiempo para sanar y, desde luego, no querrás interrumpir el proceso. Inmediatamente después del procedimiento, es fundamental que descanses la boca. Por lo general, los dentistas recomiendan esperar al menos una o dos horas antes de consumir cualquier alimento. Cuando coma, comience con alimentos blandos que requieran una masticación mínima, como yogur, puré de manzana o puré de papas.
Evite las comidas y bebidas calientes durante las primeras 24 horas, ya que pueden disolver el coágulo y retrasar la cicatrización. Manténgase alejado de los alimentos crujientes, picantes o masticables que puedan irritar el sitio de la extracción. A medida que la boca comience a sanar, podrá reintroducir gradualmente más alimentos sólidos en su dieta, pero siempre escuche a su cuerpo y deje de hacerlo si siente alguna molestia. Si no estás seguro acerca de un alimento específico, siempre es bueno que consultes con tu dentista para que te asesore de forma personalizada.
Las extracciones que se requieren para extraer las muelas del juicio impactadas, o los dientes dañados o cariados, suelen estar cubiertas por el seguro. Para entender completamente tu cobertura y tus beneficios, te recomendamos que te pongas en contacto con tu proveedor de seguros.
No sentirás ningún dolor ni molestia durante el procedimiento de extracción ni inmediatamente después. Sin embargo, es posible que empiecen a aparecer síntomas como dolor, malestar, hinchazón, hematomas y sangrado unas horas después de la extracción. Si bien estos síntomas tienden a alcanzar su punto máximo en los primeros 2 o 3 días, comenzarán a desaparecer a medida que sigas sanando. Asegúrate de seguir una dieta compuesta principalmente por alimentos blandos durante unos 5 a 7 días después del tratamiento para evitar el impacto y la agitación. Es muy importante que tome los medicamentos según lo prescrito por su médico para minimizar cualquiera de estos síntomas.
La extracción tardará entre 1 y 2 semanas en curarse por completo. Si sigue cuidadosamente las instrucciones de recuperación que le proporcionó su dentista, puede mejorar el progreso de la curación. No es normal que sufras dolores y molestias intensos entre 1 y 2 semanas después de la extracción, así que ponte en contacto con tu dentista para programar una consulta de seguimiento si presentas estos síntomas.
Las extracciones dentales pueden ser necesarias para pacientes que padecen una caries extremadamente grave, daños graves a causa de un traumatismo bucal o un diente infectado que no se puede salvar con terapia de endodoncia. En la mayoría de los casos, es posible salvar el diente con una corona o una endodoncia, pero a veces la única opción puede ser una extracción.
El crecimiento inadecuado de las muelas del juicio es una de las razones más comunes para la extracción de dientes. Si su dentista ve que su muelas del juicio si se impactan o no salen correctamente, se puede recomendar una extracción para garantizar que los otros dientes se mantengan sanos. Sin embargo, no todo el mundo necesita que le extraigan las muelas del juicio. Consulte con su dentista para averiguar si las muelas del juicio son o van a ser un problema.
Es posible que sea necesaria una extracción dental si una enfermedad grave de las encías compromete la salud del diente y hace que se desprenda de las encías. Su dentista de emergencia en Rock Hill es posible que desee extraer estos dientes para prepararlo para una opción de reemplazo dental fuerte y duradera, como implantes dentales o dentaduras postizas.